Revestimiento de cerámica

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Revestimiento de cerámica

Si tienes pensado emprender una reforma en tu hogar para, por ejemplo, revestir con cerámica, es importante saber que aunque el procedimiento es el mismo que con los azulejos hay algunos detalles propios de este producto que debes considerar.
Además, te debes cerciorar de que cuentas con todas las herramientas para llevar adelante la obra, como estas cortadoras manuales de cerámica de la página de Rubí.
Las cerámicas son clasificadas para su venta con un número de tono. Por eso, al comprar las cajas tendrás que constatar cada una para evitar futuros inconvenientes al momento de su colocación.

Para conseguir el equilibrio de coloración, lo ideal es que mezcles las piezas previo a colocarlas. Este punto es importante para que el resultado sea el esperado, por lo que te recomendamos que saques una cerámica de cada caja y vayas colocándolas en orden, porque generalmente suele existir una mínima variación de matiz entre una y otra caja, aunque este detalle pasará inadvertido cuando hayas acabado de instalarlas.
Con respecto a los sistemas de colocación, debes saber que tienes dos opciones. Por un lado, se encuentra el sistema mortero tradicional, que ya casi no suele usarse, mediante el cual cada pieza es sumergida por unos minutos en agua limpia antes de colocarlas, mojando también las carpetas de los pisos y los revoques de las paredes. Por el otro, está el sistema de capa fina, para el cual se utiliza un adhesivo cementicio. Sin embargo, al margen del método de colocación que desees usar, antes que emprendas su instalación tendrás que corroborar que las cerámicas estén libres de polvo.
En caso que emplees cerámica para la pared será necesario que la junta de separación debe ser mayor a los 2 milímetros, ya que sólo de ese modo se podrán absorber las tensiones estructurales o dilataciones lineales.
Un dato importante a tener en cuenta: al terminar de colocar todas las piezas hay que dejar una pequeña separación con el cielo raso o la abertura contigua, pues de lo contrario el material puede acabar fisurándose e incluso desprenderse.
En cambio si la idea es colocar cerámica en el piso, además de contemplar la junta que debes dejar entre una cerámica y otra, será necesario que tengas en cuenta una separación perimetral, no debiendo superar los 15 milímetros si se trata de cubrir superficies pequeñas.
Las juntas las tienes que sellar con una mezcla de cemento y arena, aunque ésta última puede ser reemplazada por cuarzo molido o marmolina. Para darles color a las mismas, evita usar colorantes hidrosolubles, como por ejemplo óxido de hierro o negro de humo, porque de lo contrario es posible que se manche la cerámica.

Mantenimiento

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Por lo general, luego de colocar la cerámica es común que queden algunos restos de yeso o pastina sobre la superficie. Para limpiarla, se recomienda usar lavandina o cloro diluido en agua o limpiadores desengrasantes que contengan amoníaco, aplicando el producto por sectores y enjuagando con bastante agua. No es recomendable el uso de esponjas metálicas o cualquier otro elemento abrasivo mecánico, ya que la capa de esmalte puede resultar dañada.
Para el mantenimiento de la cerámica, lo mejor es emplear limpiadores desengrasantes, procurando evitar ceras o productos que contengan silicona debido a que no serán absorbidos por la superficie vitrificada de la cerámica.
En el caso de que coloques cerámicas sin esmalte, las debes limpiar con ácido muriático diluido en agua, para luego enjuagarlas y dejarlas secar. Cuando la superficie se encuentre limpia, debes proceder a curar la cerámica usando algún líquido curador, así conseguirás impermeabilizar la cerámica. Para su mantenimiento diario puedes emplear limpiadores desengrasantes y, en caso que quieras darle mayor brillo, aplicar ceras naturales o autobrillos.

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